Aprovechando antiguas paredes de adobe y techos de madera y de ladrillo abovedado, hemos convertido un antiguo gallinero y una vieja cuadra bajo el palomar en dos acogedoras pequeñas viviendas de alta calidad.
Cada una de ellas cuenta con su propio patio con barbacoa y mobiliario de jardín pero ambos pueden comunicarse si las dos viviendas son alquiladas juntas.
Del mismo modo, si se desea pueden comunicarse con el corral y sus dependencias así como con La Casa Grande.